jueves, 15 de diciembre de 2011

15 de diciembre de 22011
Hacía mucho que no releía nada del blog...
Un aviso para los que accedáis a este blog... Dado el diseño y el concepto mismo de un blog, las distintas entradas aparecen por orden de "actualidad", no de antiguedad. Es decir, las entradas van apareciendo en orden inverso a como fueron escritas y, por tanto, vividas...
Recomiendo leerlas empezando por lo que en la presentación del blog es el final. Desde las más antiguas hacia las más recientes... Desde junio.... hasta septiembre...
Este blog fue escrito sobre la marcha... tal vez sea hora de revisar su redacción y darle otra forma...
Así mismo... de mis estancias anteriores en Cuba, conservo diarios escritos en papel... Quiero (...) convertir todo eso a formato digital... "teclearlo"... y compartirlo...
Gracias.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Iberia 6620

Martes, 15 de septiembre de 2009.

Última misa que celebro en Cuba. Y además, toma su primera comunión de una señora mayor, la mamá de uno de los jóvenes de la comunidad.
He dedicado la mañana a preparar la maleta, gente que pasaba por aquí para despedirse, etc.
36’8º de temperatura. Tengo la sensación de que mañana, cuando ya esté en Madrid… todavía alguien llamará a la puerta para tomarme la temperatura…
He salido a comprar un par de botellas de ron para llevar a casa. Por cierto, no he probado el ron, ni solo ni en ninguna combinación (mojito, daiquiri, ron collins, etc.). He querido pasar por el hotel Meliá Habana, para ver los precios de los cigarros… y he conseguido la foto del verano… Estaban fumigando los jardines del hotel… con los líquidos insecticidas que no eran adecuados para aquí… ¡Qué lastima no haber tenido esta foto antes de la “crisis de los mosquitos”!


Bueno, poco queda ya. En un par de hora nos iremos hacia el aeropuerto.
Esta vez, de cuatro, es la que más me está costando marcharme. Llevo dos días triste, y con “sudade” (se me ha pegado algo de Frei Carlito).

Aunque creo que todavía escribiré algunas cosas desde España, sí quiero decir alguna cosilla, a modo de despedida…

No ha sido fácil escribir este blog… seguro que habéis notado altibajos, o por lo menos como dos o tres etapas… Todo lo que he contado, en cuanto hechos y sucedidos, han sido así, o por lo menos he intentado contarlos de la forma más ajustada posible.
En lo que toca a interpretaciones… por supuesto, era la mía, y consciente de que hay otros puntos de vista.
A veces he tenido que limitarme a contar cosas más o menos insustanciosas… porque no todo lo que me ha sucedido, he visto, etc. se podía contar… He intentado escribir de forma que los protagonistas de lo que contaba pudiesen leerlo… y no ofenderse o sentirse maltratados.

En este tiempo he conocido a unas tres o cuatro familias, y otras cinco o seis personas que me han contado que estaban tramitando para marcharse al extranjero, etc. ¡Cómo me hubiese gustado contaros sus historias! Lo que estaban teniendo que hacer para sacar las gestiones adelante; lo que cuesta y todo lo que hay que pagar, por un lado y por otro; los motivos que les llevan a marcharse, el proceso para tomar la decisión; lo que dejan… sus miedos… la inseguridad sobre lo que les espera… Habría sido muy interesante poder compartir todo eso… pero también habría sido comprometido para esas personas… He conocido varias “posibilidades”: quien regresará de vez en cuando, con la responsabilidad de mantener a su familia aquí… Otros se van quemando las naves…

Me escribió el hermano superior de Gijón, y me hacía unos cuantos comentarios normales y nada extraordinarios. Pensé hacer una crónica en plan irónico diciendo que me había escrito el superior para regañarme por mi ritmo de vida… más bien por lo que yo contaba de mi ritmo de vida… cenas, ballet, teatro, playa… pero me dio miedo no acertar con el tono irónico y que no se entendiese bien… y ahí quedó la cosa…

Han quedado muchos temas sin tocar. Espero haber logrado transmitir un poco de las sensaciones que aquí se viven.

Todo lo que he contado, he intentado no exagerarlo, pero es verdad que a veces los detalles le daban un tono excesivo a las cosas… todo esto, y seguro que mucho más, es lo que habitualmente viven aquí nuestros hermanos Capuchinos, y, por supuesto, toda la gente… No quería reflejar “mis” problemas. Quería mostrar, vivido en carne propia –y por tiempo limitado- lo qué sí viven a diario aquí, toda la gente…

Sed buenos.

martes, 15 de septiembre de 2009

Que lo prometido es deuda…

C.U.C. significa “Cuban Universal Currency”, que quiere decir algo así como “moneda cubana universal".
Hasta la aparición de esta moneda solo existía el nombre internacional de la moneda cubana: “CU”, y que tiene el mismo valor que tenía cuando triunfó la Revolución: 1 dólar americano = 1 peso cubano, y ahí se quedó…
Hay otra denominación que están usando ahora, C.U.P., que sirve para indicar la moneda nacional, el peso (CU), y añaden la letra P por eso de distinguir una y otra moneda.
Os recuerdo: 1 CUC = 24 CUP
Una cerveza = 1CUC (24 cup)
La pensión de un anciano = 200 CUP (8’3 CUC)


Sobre estos últimos días: de temperatura… seguimos en 36’5 – 36’6. Fieles, todos los días… aquello de que nos tomásemos nosotros la temperatura y se la decíamos al chico que venía… se terminó cuando él dejó de venir. Los de hoy eran simpáticos: él, sin gana ninguna, quería terminar a toda costa… ella, más responsable, no tenía tanta prisa, pero sí se daba cuenta de lo incómodo de la situación… y no hacía más que pedir disculpas. Hoy yo no tenía muchas ganas de hablar… lo siento.
Ayer domingo… ¿a que no adivináis a qué hora vinieron? Eso, a las 10’05, justo cuando terminábamos la misa. En este caso no se trataba de la temperatura, sino de una inspectora del Minsap, a inspeccionar los tanques de agua, y revisar los posibles criaderos de mosquitos: pilas, lavabos, recipientes, etc. Como ya voy entrando en el tema… (¡ni loco… estoy lejísimos de llevarlo con la suficiente paciencia…!) le dejé bien claro a la señora que sus jefes no estaban cumpliendo aquello a lo que ellos mismos se habían comprometido. Le enseñé el papel donde dice todo eso… “Pues a mi nadie me ha dicho nada”.
“Y yo no lo dudo. Sólo le digo que sus jefes se comprometieron, a iniciativa de ellos, a respetar una serie de cosas, que son bien pocas, y no las están cumpliendo. Y a causa de esa informalidad se encuentra usted ahora con esta situación que es molesta para todos, especialmente para nosotros, que no nos permiten realizar nuestras tareas ni atender nuestros compromisos”.
“Pero yo no tengo la culpa…”
“Es verdad, pero es usted quien está aquí, no están sus fejes para poder yo decírselo. Yo se que usted está haciendo su trabajo. Y yo intento, también, hacer el mío; así que usted se lo dice a sus jefes…”

El sábado por la tarde-noche los jóvenes hicieron la fiesta de premiación del torneo de voley de las chicas. Y el domingo tempranito, a las 7 de la mañana, se fueron todos a las playa. Invitaron a Fr. Carlito, y él se fue con ellos.
El viaje a la playa les costaba 1 CUC por cada plaza. Tiene su complejidad organizar una aventura así, una excursión o un viaje de cualquier tipo… No hay posibilidad de alquilar autobuses libremente… Se alquila por la izquierda, que se dice aquí. Se trata entonces de una guagua (autobús) que se utiliza para transporte de un colectivo determinado: trabajadores de una empresa, de un ministerio, etc. Al alquilar el autobús se concretan todos los datos: si nos paran para una inspección hay que decir que pertenecemos a la escuela “tal” y vamos de excursión en una actividad organizada por la escuela… etc. Por cierto, en las carreteras se pueden ver varios tipos de policía… o agentes de uniforme: los caballitos (policía de tránsito), policía normal (PNR: Policía Nacional Revolucionaria), inspectores de transporte (que comprueban los transportes oficiales, para evitar abusos y usos fraudulentos…), y también se encargan, en paradas o estaciones de transporte preparadas para ello, de ir acomodando a la gente que quiere viajar, en los coches con matrícula azul, los de empresas. Si llevan plazas libres… las ocupan con pasajeros que van al mismo destino…

Bueno, los de la playa. Buena paliza se dieron. Había “agua mala” que quiere decir que había medusas… Regresaron a las 6 de la tarde… lo pasaron bien.

Yo, terminada la dichosa inspección de los tanques y cisternas de agua de la casa… me fui a Habana Vieja. Acompañé al P. Luís en la visita a varios de los enfermos de la comunidad. Ahora que lo pienso, ha sido el único “paseo” reposado por la Habana Vieja… Y después de eso comí (almorcé) con los hermanos de la fraternidad de Cristo de Limpias. Que es una fraternidad curiosa: los franciscanos no tienen casa en La Habana, están construyéndola, y mientras se termina y no, van a residir en nuestro convento de Habana Vieja, Cristo de Limpias. Ellos son dos frailes, y cuatro postulantes. Estarán allí hasta que su casa esté lista. Es una experiencia interesante, y enriquecedora.
La comida servía para despedirme de ellos.

Después de comer, viré (regresé, di la vuelta…) a Miramar. Misa de la tarde.

Para cenar nos juntamos unos cuantos y pasamos un rato bien entretenido. El tema de la sobremesa fue el de siempre: comunismo, socialismo, transición, aciertos, errores, etc.

Supongo que habréis visto en las noticias que ha fallecido uno de los comandantes de la revolución, Juan Almeida… Era el tercero en el mando del buró político del partido. Eso ha significado que en la televisión han estado todo el día con cambios en la programación, programas en directo desde los lugares de homenaje (no había velatorio ni capilla ardiente por expreso deseo del difunto), películas cubanas de guerra, etc.
Alguien me contaba del susto que se llevó al despertarse por la mañana con la radio: sonaba música militar, y el locutor empieza a decir: … música militar en honor del fallecido Comandante de la revolución…

El domingo fue de despedidas.

El lunes, 14 de septiembre.
36’4 de temperatura. Frey Carlito, 37 menos dos décimas… él es de temperatura fija… suponemos que todavía lleva dentro el calor de la playa…
Día tranquilo, de limpieza y preparando la maleta.
Por la tarde la gente de Cáritas han improvisado una sencilla merienda de despedida: pizza, refrescos, y un bote de colonia hecha en Cuba.

En la televisión:”el futuro de los niños es siempre hoy”.

Sed buenos.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Fiesta de la Virgen de la Caridad.

Está habiendo retrasos en las informaciones del blog por varios motivos. En este caso no por el bloqueo. Benito, mi hermano pequeño, quien se encarga de las cosas técnicas, anda con mucho lío de trabajo…
Y además he bajado el ritmo de escritura… ha sido empezar a calmarse las cosas, sólo un poco, y empezar a tener más sueño… y menos tiempo para escribir…

Parece que las cosas van mejorando.

Lunes, 7 de septiembre.
36’7 de temperatura. Vino la inspectora del Minsap (Ministerio de Salud Pública) la del otro día… hoy ya nos llevamos mejor… Quería esperar a los que van a venir a fumigar a las 10… Mientras estábamos en ello… llegaron a tomarme la temperatura. Dos estudiantes de psicología. Me he tomado la libertad, mientras el termómetro estaba a lo suyo, de preguntarles: ¿cuántas personas han entrado en tu dormitorio últimamente, sin ser invitados, claro? Hubo un rato de confusión… Y respondí yo: “Ya llevo contabilizados 18 personas que han visitado últimamente mi habitación…” No se fueron muy contentos… Lo siento.

Todo el día bien liados con los preparativos para la fiesta de mañana.

A media mañana pasó por aquí nuestro amigo Rolando, el Jefe de Manzana 711. ¿No han venido a fumigar? A las dos del mediodía estarán por aquí…
Volvió por aquí a las 4 de la tarde… “No ha venido nadie…”
“A ver si consigo que venga alguien esta tarde…”
“A las seis de la tarde tenemos que salir, tenemos un compromiso… (la misa en la casa de la familia que tiene a la Virgen Peregrina de la Caridad)”.
Finalmente apareció un EJT a las seis menos cuarto… y fumigó con líquidos toda la casa y la iglesia. Lo bueno de este tratamiento es que tenemos tres meses (el que vino a fumigar me dijo que seis) sin tener que volver a fumigar.

En la ronda para comprobar cómo está el tanque de agua, el del tejado, como había un poco de marea, me quedé paseando por la terraza… y el perro empezó a ladrar… me puse a mirar con la linterna… sin lograr ver nada, hasta que oí por dos o tres veces: “Que estoy meando…” (perdón).

Martes, 8 de septiembre de 2009
Fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre.
Teníamos misa a las 9 de la mañana. Al ser un día de trabajo, la misa solemne fue por la tarde, a las 5 (realmente a las 5, pero sin ser puntuales… por eso de dar un poco de facilidad para la gente que trabaja…).
En la misa de la mañana hubo unas 120 personas, un poco menos que los domingos. Al terminar tuvimos el bautizo de una biznieta de uno de los colaboradores de la casa (del equipo de ingenieros de la bomba del agua… puesta a punto y mantenimiento del carro, etc.), todo un lujo de persona, por eso el detalle del bautizo en día tan señalado…

Entre la misa y el bautizo… 36’6º de temperatura.

Por la tarde, solemnidad con incienso y todo por lo alto. Empezamos la celebración con casi 200 personas, y al final, un puñado más.
En el ofertorio, algo que en España nos costaría mucho entender y aceptar, presentaron como ofrendas: la bandera cubana, el escudo nacional, un pliego con la letra del himno nacional, mientras era cantado por todos –en pié y mano al pecho-, un ramo de mariposas (la flor nacional), una imagen de la virgen de la Caridad de una de las personas más ancianas de la comunidad, y el pan y el vino. También estaba previsto, pero no la trajeron al final, ofrecer una cinta con la medida de la imágen de la Virgen de la Caridad, que llevaban los mambises al cuello en las batallas.
En la homilía estuve a un tris -no sé por qué no me atreví- de hacerles cantar el “Felicidades, María en tu día…” Litúrgicamente el 8 de septiembre se celebra la Natividad de María…
Al finalizar la eucaristía tuvimos la procesión. La imagen de la Virgen que llevábamos en la procesión era peculiar: certificado por un obispo, se trataba de una imagen, de unos 20-25 cm., que acompañó a los soldados mambises en sus batallas por la independencia (contra los españoles). Cuando el domingo en la misa de la tarde, en los avisos, comenté este detalle, de la procesión con la Virgen que acompañó a los mambises… un diplomático español y su esposa, que estaban en misa, hicieron un gesto extraño. Al finalizar la misa, pasaron a saludarme… y les pregunté; se habían extrañado mucho de que precisamente yo resaltase eso… “Donde fueres, haz lo que vieres”. El tema de la cubanía es muy profundo aquí, independiente de la política. Para la gente era muy emocionante este detalle…
La procesión estuvo bien, sencilla, reposada, con buen ambiente de silencio, etc.
Como anécdota, contaros que las andas sobre las que llevábamos la imagen de la Virgen, estaban preparadas por el sacristán mayor, que las había pintado… con una mezcla de tres pinturas distintas que consiguió: pintura para motores, resistente al calor; pintura para barcos, entre azul y gris marengo; y pintura de coches, azul claro metalizado… el resultado final era bonito…
Todo salió bien, como estaba previsto.

Y, una vez que todo estaba recogido… nos marchamos hacia Habana Vieja, para asistir al final de la procesión de la Virgen de la Caridad, de la parroquia que lleva su nombre. Aunque se nos dio bien… Fr. Carlito iba emocionado… y un poco al límite de la velocidad permitida (siempre dentro de lo correcto), cuando llegamos ya se había terminado. Nos decía el P. Luís que, sin saber porqué, este año habían recortado un poco el trayecto, y además llevaban un ritmo un poco alegre…
Nos acercamos a la iglesia de la Caridad, a ver un poco el ambiente. Había mucho ambiente. Hay mucha devoción en el pueblo cubano, muchos por su fe católica, y muchos por sus ritos sincretistas…
Estuvimos un rato a ver por dónde iba la homilía del Cardenal. Nos decía el experto (el P. Luís) que el cardenal suele aprovechar este día para lanzar algún mensaje que tenga pendiente… había bastantes periodistas, fotógrafos, etc. De hecho al entrar la procesión en una calle importante, calle Reina, las Damas de Blanco (madres y esposas de presos políticos) empezaron a gritar: ¡Libertad!. El cardenal no entró a ningún tema de actualidad. La homilía era de carácter cristológico. Una afirmación al principio me llamó la atención: “El pueblo cubano no conoce a Cristo…”
Al salir, nuestro guía nos fue explicando quienes eran la gente que estaba por la calle: había algunos policías, como pasaría en España, para organizar y mantener el orden; y en mucho mayor número, agentes de la seguridad, policías de incógnito (sí, pero se les notaba bastante). Parece ser que hay bastante temor en el gobierno por que estas aglomeraciones de gente no controladas por ellos se descontrolen… Finalmente no pasó nada.
Y para terminar el día… carne de res para cenar… Un bistec de ternera o de vaca… estaba algo dura, pero buena de sabor…
Y a casa, a dormir.

Miércoles, 9 de septiembre.
Día tranquilo, de resaca… 36º de temperatura.
Mañana de recados. Los días de atrás, entre los preparativos y fiesta de la novena, las “visitas” frecuentes a quienes teníamos que atender… llevábamos unos cuantos días sin hacer recados.
Después de comer vi al Jefe de Manzana 711, Rolando, interesado en ver cómo iba todo. Me dijo que ya está controlada la plaga de mosquitos, en esta zona. Parece que ahora se ha desplazado hacia otra manzana…

Tarde tranquila. En nuestro cine doméstico no acertamos… pusimos dos películas, y ninguna nos gustó, por lo pronto no las vimos enteras…

Jueves, 10 de septiembre.
Amanece bien. 36’5º de temperatura. Estuvimos hablando con el chico que está viniendo a tomarnos la temperatura (cosa rara, el mismo en estos últimos dos días) sobre los síntomas del dengue, etc. y nos dejó un termómetro… para que nos tomemos nosotros mismos la temperatura, y cuando él pase, le decimos el resultado y ya está, no hace falta que andemos perdiendo el tiempo…
Nos estuvo comentando que, además del dengue, también están observando síntomas de la fiebre porcina (o como se llame), tuberculosis, conjuntivitis… parece que hay unas cuantas enfermedades dando guerra…
Hay unos 60 casos de ingresados con dengue.
Por la mañana vino el electricista, hacia las 11’00h. para llevarse la bomba, la de repuesto, y preparar la nuestra para poder conectarla… “En 30 minutos vuelvo para ponerla…”
Pasados cinco “30 minutos” (dos horas y media) apareció, para instalar definitivamente la bomba… Ya está todo arreglado. 50 c.u.c. (el enrollado nuevo de la bomba, el capacitador –condensador- y la mano de obra).
“Esta tarde o mañana se pasa Fr. Carlito por su casa para pagarle”.
“A ver si puede ser esta tarde, que el “enrollador” es un “comemierda” y no me deja tranquilo”.

Por la tarde los de Cáritas han estado, como todos los lunes y jueves, entre 5 y 6 de la tarde, atendiendo las peticiones de medicamentos.

Y hemos terminado la tarde en casa de una de las ancianas de la comunidad. Hemos compartido una croquetas, arroz congrí, frituritas de malanga, ensalada fría, y de postre flan.
Un caso interesante: tiene a sus hijos repartidos por EE.UU y algún otro país. Ella viajó con idea de quedarse con ellos… para lo cual vendió todo lo que tenía, salvo la casa y poco más, por precaución. Resulta que no se encontraba a gusto, a pesar de vivir con los hijos… y regresó a La Habana… así que para atendernos (no éramos nosotros solos) tiene que pedir prestadas algunas sillas… El salón de la casa llama la atención porque está prácticamente vacío… Es lo primero que me explicó cuando hace días pasé por su casa: “Antes tenía todo esto lleno de muebles, sillas, sillones, etc. que no le de mala impresión verlo todo tan vacío, es por esto…”

Hasta mañana. Sed buenos.

viernes, 11 de septiembre de 2009

36’6º

Buenas…

Nota previas:
Me dice el P. Luís que me enrollo mucho, y que no hace falta tanto… Y es verdad. Pero… es que me sirve de desahogo..
Estos últimos días estoy con algo menos de sueño… sin que eso sea un problema, y escribo con tranquilidad antes de irme a la cama.


Domingo, 06 de septiembre de 2009
Cuando me levanté… no había agua… Habíamos dejado el tanque del tejado con algo menos de un cuarto de su capacidad, y amaneció vacío. Tenemos fugas de agua. Eso ya lo sabíamos. Ahora estamos en la tarea de ir controlando dónde están y cómo de grandes son. A lo largo del día de hoy hemos ido cerrando o cortando el paso del agua en todo aquello que era sospechoso de perder agua… Luego, antes de acostarme tengo que subir a echar un vistazo a ver cómo está, debería estar casi lleno; y mañana, nada más levantarme volveré a mirar, a ver cuánto se ha perdido… A ver si de esta forma logramos contener o controlar un poco las averías.
La ducha fue de una modalidad nueva… salía poco agua y yo no sabía todavía si era porque se estaba acabando el agua, o porque empezaba a llenarse, que era lo que realmente estaba sucediendo. Así que hoy ducha tipo “date prisa que te quedas con el jabón encima”. De todas formas, bien; mejor que con la tacita.

Una vez que ya estaba guapo, desayuné. Ea, ¡que me quiten lo bailao! ¿no?
Y a abrir la iglesia, y a preparar todo para la eucaristía dominical. Todo fue bien, normal. Me dio la impresión de que no había mucha gente. Ya ha empezado el curso escolar, no la universidad, y se supone que la gente ya tenía que estar por aquí…
Al terminar la misa, 10’05 a.m., entró a la sacristía un señor español. Mientras yo me quitaba el alba él me empezó a contar que su padre había fallecido esta semana, con 93 años de edad, y que no había podido viajar al entierro; no me dio más explicaciones, ni hubo oportunidad de más diálogo.
Aquí empezó ya la faena del día…
Mientras hablaba con el español, dos señoritas intentaban hablar conmigo, yo no las conocía, y perfectamente podían querer encargar alguna intención para la misa de la Virgen de la Caridad, del próximo martes. El caso es que mientras el español intentaba hablar conmigo, yo tenía que estar diciendo a estas señoritas que esperasen un momento, que enseguida las atendía, que estaba ocupado…
¿A que no adivináis lo que querían?
Venían a tomarme la temperatura… Y para eso el viernes estuvimos durante tres horas reunidos con la Delegada del Partido, etc.; el Jefe de Manzana 711, el médico coordinador jefe de la campaña intensiva de lucha contra los mosquitos… De lunes a viernes pueden venir a partir de las 10, terminada la misa; los domingos, a partir de las 11.
Así que entre las prisas, el incumplimiento del horario, y –la guinda- la falta de respeto de estar interrumpiendo mientras estaban viendo que yo estaba ocupado con otra persona… como que me enfadé un poco… Para colmo… no tenían termómetro, y yo tenía que poner el mío…

Hasta ahora, para evitar que vuelvan a molestar más tarde, iba a por nuestro termómetro, y ya está. Pero desde ahora, se acabó. Ya no tengo termómetro…

La cosa no fue más que eso, pero yo me pillé un buen rebote. Y se lo dije a las señoritas. Para mí era una sencilla cuestión de respeto y educación. Por cierto, 36’6º.
Les pedí sus nombres y el de su jefe, quien les había mandado venir… y no conseguí nada.
Con esta visita ya no pude saludar ni atender a la gente de la comunidad.
A las 10’30 a.m. vino el Jefe de Manzana 711, que por lo que voy viendo es a quien corresponde estar al tanto de los detalles. Por supuesto le conté la batalla. No se estaba cumpliendo lo que ellos mismos me habían propuesto, y se habían comprometido…
Se arreglará…
Subí a la casa, una ducha, y poco más…
A las12 a.m. volvió a pasar el Sr. Rolando, el Jefe de Manzana 711… “¿Han venido a fumigar?” “No, salvo la cosa de la temperatura, nadie más”.
A las 12’30 a.m. vino el médico (mitad militar, mitad médico; el coordinador jefe de la campaña intensiva de lucha contra los mosquitos…) para hablar conmigo: mañana lunes vendrán, militares, a fumigar la iglesia y la casa con insecticidas líquidos, así se evitarán los humos, y este tratamiento dura por tres meses… (es el que usan en los hoteles, solo que allí lo hacen de noche…).

Por la tarde eran las finales del torneo de voley de las chicas. Al final han ganado las de los Salesianos, Don Bosco I; segundas, las de El Carmen; y terceras… las nuestras JdM (Jesús de Miramar).


Y todavía quedaba una cosa más, por hoy. Cinco minutos antes de empezar la misa de la tarde, se ha ido la luz de una parte de la iglesia. Había ventiladores, algo de iluminación, pero no había iluminación en el altar, ni megafonía… Así que me bajé cerca de los bancos, y desde allí celebramos la eucaristía. Al terminar la misa, mientras recogía, cerraba ventanas, etc. volvió a funcionar esa fase que no iba…
Preferiría poder echarle la culpa a las meigas, y ya. Pero no. ¿Recordáis la avería que tuvimos cuando los partidos finales del torneo de voley de los chicos? Suponemos que sea lo mismo. Eso supone cambiar todo el sistema del contador, etc. por donde entra la electricidad a la casa. Hay que llamar a la compañía de la electricidad… ya lo hicimos cuando la otra avería… pero ni caso… Y no acabo de decidirme a hacerlo… porque el arreglo significa cambiar el contador y todo eso… y hay muchas quejas de la gente que tiene de los nuevos contadores… No lo veo claro…

Después de esto estuve un rato viendo los partidos de voley. Lo hacen bien. Después me di una ducha rápida, para limpiar el sudor y refrescarme un poco… y a relajarme un poco.

Y ahora, a dormir. Algunos ahora mismo ya os estaréis levantando... es la 1'30 a.m. las 7'30 en la península, y una hora menos en las Islas Canarias.... Que seáis buenos… si podéis…

Sin título


Buenas noches. Hoy escribo al finalizar el día. No ha habido tiempo para hacerlo antes.

Como hoy era sábado, no teníamos misa por la mañana, lo cual nos permitía un pequeño respiro. Nos hemos levantado un poco más tarde, no mucho, pero por lo menos no había que salir corriendo para abrir la iglesia, etc.
Ducha modelo “tacita a tacita”, perfecto, ya es una rutina…
Desayuno, esta vez sí. ¡Bien! Algo que hoy ya no se estropea.
Y poco después, hacia las nueve y pocos minutos, llamaron a la puerta… El “compañero” que nos atiende la iglesia (limpieza, orden, vigilancia… un poco de todo) solicitaba mi presencia para atender a una agente de Sanidad Pública (MINSAP, Ministerio de Salud Publica). No os podéis hacer idea de lo mal que me sentó la noticia… Normalmente una carrera de atletismo va en progresión hasta terminar con el sprint final… empezábamos el día al revés, por el sprint final… Ciertamente que no empezamos bien, bueno, yo. Menos mal que poco a poco lo fui arreglando. Demasiado pronto para perder el control de la situación…

La señorita quería (eso de “quería” es un decir…) revisar los baños, tanques y cisternas de agua, etc. Todo lo que pudiera dar lugar a criaderos de mosquitos…
En un primer momento intenté hacerle ver que todo lo que ella quería hacer ya lo habían hecho ayer, y precisamente los máximos responsables, etc. ¡que si quieres arroz, Catalina!

Pues te vas a enterar… para empezar, vamos a empezar fuerte. Lo primero, subir a ver el tanque que está en lo alto de la casa… llegamos arriba sin aire (también yo, pero como se trataba de fastidiarla a ella...). Y una vez en la terraza: “el tanque está ahí arriba…” Desde la terraza hay que subir por una escalerita de hierro, fijada a la pared… no es terrible, pero sí da un poco de impresión, aunque no hay peligro, la vista a ambos lados de la escalera es… cuatro pisos más abajo…
Al final, no subió a ver el tanque… “¿está tapado?
-Si
¿la tapa está bien sujeta?
-No está sujeta, es de cemento, pesa mucho y además encaja bien para que no pueda moverse.
-Vamos a seguir viendo otras cosas…

Perdonad mi mala “leche” matutina. No es forma de comenzar el día.
Empezamos a visitar las distintas habitaciones, con sus baños… El primero, sin usar, condenado, completamente seco… sin agua… El segundo… sí tenía agua, es una de las habitaciones que se usan para los huéspedes. En ese momento me pareció ve qué sacaba unos botes de muestras o algo así… y ahí salté con mucha prisa (por decirlo de alguna forma): “Alto, cualquier manipulación que vaya a hacer tengo que presenciarla yo y tiene que avisarme antes”. Luego resultó que tan sólo estaba intentando montar las pilas de la linterna… “Eso se arregla de una forma sencilla… encendiendo la luz”. Y otra vez las explicaciones: “Este baño no se usa habitualmente, como puede ver está todo limpio, y la cisterna se descarga una o dos veces a la semana, para evitar criaderos de mosquitos… Como puede ver no vivimos en la luna. Sabemos dónde estamos y qué precauciones hay que tomar”.
Siguiente baño… “este es el que estamos utilizando estos días, porque estamos sin agua, y como puede ver, la subimos en cubos, etc.” Siguiente, la habitación que hace de capilla, “como puede ver, aquí había baño, pero está condenado, porque aquí no se utilizaba…”
La cocina: “buenos días, Flor de Lis –en esta ocasión sí tiro de la lista de nombres del Gramma- aquí esta señorita quiere conocer tu cocina…”
Todo en orden. Le enseñé el papel que me habían dejado el día anterior… para que viese que todo era como yo le estaba diciendo…
Seguimos la visita por la iglesia. Lo mismo, todo en orden. No hay agua en los floreros, sino que se usa esponja de floristería, cuando la hay, y si no, se rellena el florero con ramitas y se humedecen, de forma que las flores se sujetan, pero no se echa agua (posible criadero de mosquitos).

Como yo le había estado diciendo que en breve iba a venir a fumigar uno de los coordinadores de zona… quiso quedarse para verlo y arreglar la confusión…
Mientras esperábamos llegó la compañera médica… a tomarnos la temperatura. Ésta sí traía termómetro… Fray Carlito, 35’6. Servidor, 36’7. Con 37’1 o más, directos al hospital, y 7 días de observación…
Mientras yo tenía puesto el termómetro… llegaron otros dos compañeros, uno y una. “Somos de la campaña intensiva de lucha contra el Aedes Aegipty (el mosquito de las narices) y venimos a tomar la temperatura a todos los que residen aquí… Y no me pude contener: “Mira, aquí –axila izquierda- ya tengo un termómetro, si quieres en este otro lado –axila derecha-” No pudieron menos que reírse un poco, al darse cuenta de lo grotesco de la situación…
Tenéis que reconocer que habíais pensado mal… y que yo iba a decir alguna burrada… pues no, ¿es que no recordáis que hoy ya había desayunado?

Bien. Superado todo este asunto, nos quedamos, otra vez, en intimidad, la chica del Minsap y un servidor. Le ofrecí un poco de agua fresca. Y pudimos conversar un buen rato, más relajadamente. Ella misma me reconocía la gran descoordinación que hay. Me estuvo haciendo unas cuantas aclaraciones sobre los mosquitos, etc. Interesante como un documental de La2. Y ante mi pregunta sobre el origen del dengue… parece ser que ya lo tienen completamente controlado: una doctora cooperante en un país extranjero lo había traído. Tienen controlada toda la ruta que hizo esta doctora a su regreso a Cuba: su casa en La Habana, viaje al pueblo en la provincia de Pinar de Río, a visitar a sus padres, regreso a La Habana, a su lugar de trabajo, etc.

Como el fumigador no llegaba… se marchó a seguir con su tarea.
Un ratito más tarde llegó el fumigador que no tenía que venir, el de la camioneta que fumigaba la Iglesia… Le saludé, y le invité a dar una vuelta por la iglesia… hicimos un poco de patinaje y no hubo que hablar más. No se puede seguir fumigando con el vehículo…
Ahí llegó uno de los coordinadores de la zona, el jefe de Manzana 711… Estos dos últimos, por cierto, me han parecido unos buenos profesionales.
Estuvimos patinando otro poco… “Imaginaos a las viejitas esta tarde en la misa de las 5 a.m. “Cuántas caderas calculáis que se romperán?”
Y mientras estábamos en este diálogo… llegó otro compañero… con dos chicos de la EJT. “Vengo a fumigar, porque hoy no se ha fumigado aquí”. Ea, vuelta la burra al trigo. Otra vez a patinar… Eso de patinar es literal, porque era la mejor forma, y con menos palabras, de decir lo que sucedía. El petróleo –diesel- que va emulsionado en el humo termina asentándose en el suelo, y en todo lo que haya de camino, y se queda todo resbaloso…
Bien. Está claro que hay que buscar otra manera, “yo recomendaría –dice el último compañero- que se utilicen los insecticidas en líquido pulverizando sobre los suelos, esquinas, etc. y así se evita el tema del humo, y es un tratamiento que dura para tres meses, y también se evitan molestias. Pero de momento, yo tengo que fumigar con humo, que es la orden que traigo”.

Ea, pues a fumigar. Mientras íbamos llenado la iglesia de humo, le dije al compañero: “y yo que me estoy tragando todo el humo… ¿cómo puedo conseguir mascarillas de protección COMO ESAS QUE LLEVAN USTEDES?” He de reconocer que aquí el tipo se portó. Mandó a uno de los chicos de la EJT a buscar, no una, ni dos, sino CUATRO mascarillas…
El fumigado no fue tipo “cortar y marcar”, sino “lavar, cortar, peinar, permanente, mechas, tinte, y ya no conozco más cosas de peluquería…”

Como los que curraban eran los del EJT, tuve ocasión de charlar con este otro compañero. Le comenté que me preocupaba mucho que en estos días ya tengo contabilizados 18 personas distintas que han subido a la casa, a fumigar o a inspeccionar… y todos han podido ver mi habitación y la de mis compañeros, todo lo que tenemos y dejamos de tener… No parece que eso para ellos sea importante…
Hoy a todos los que han pasado por aquí les he preguntado si también fumigan en los hoteles, si fumigan con el mismo humo en el hall, en los comedores, en las habitaciones… con los huéspedes dentro… Y ¡claro que fumigan… solo que con otros productos, y a las habitaciones… no suben…!
El compañero se siguió portando. Nos respetó la cocina y el comedor sin ahumar… es que ya eran las 12’30 del mediodía (¿ es a.m. o p.m.?) nuestra hora de almorzar…
La jornada terminó compartiendo alegremente un poco de agua fresca.

Ya en el comedor, descubrí que ya teníamos agua… Fray Carlito, después de dar sus 35’6 se puso manos a la obra. Os resumo la ruta: casa de nuestro ingeniero asesor, casa del electricista, cisterna para quitar la bomba averiada, casa del electricista para recoger la bomba (se necesitaba la bomba averiada para preparar la instalación de la bomba de repuesto), cisterna para arreglar de forma provisional la cosa… Y ya está.

Después de comer, un ratito de siesta, breve. Preparación de la misa del domingo. Y una buena ducha, sin tacita…

El resto de la tarde, tranquilo. Desde las 3 p.m. estuvo nublado, con viento, y lluvioso.

Y terminamos el día cenando en fraternidad, con el P. Luis. Hoy era el cumpleaños de Frei Carlito, 44. En la cena le hemos regalado una pequeña calculadora, él es el administrador… y un par de calzoncillos… Y ya nos hemos relajado un poquito.

Bueno. Ya es hora de irme a dormir, que mañana es domingo… y después de la misa dominical vendrán a fumigar el templo, y la casa, y los jardines… y… “nada te turbe”… ¿no?

Creo que desayunaré nada más levantarme…

Sed buenos. Un beso.

martes, 8 de septiembre de 2009

Manzana 711

viernes, 04 de septiembre de 2009

… a las 7 de la mañana… ducha tacita a tacita…
Sin novedad en la cisterna del agua…
Quinto día de la novena de la Virgen de la Caridad.
A mitad de la misa he visto cómo Fr. Carlito salía de la Iglesia…
Los inspectores de los mosquitos…

El otro día recordábamos la famosa Ley de Murphy. Aunque realmente quién me la estaba recordando a mí era el P. Luis: “no te agobies, no te preocupes mucho, paciencia… y ten presente que todavía puede ser peor”. Hay que ver cuánto sabe el P. Luis… mejor dicho: ¡Cuánta experiencia tiene el P. Luis!

Resulta que estamos dentro de una zona de alerta grave por el tema del dengue. Parece ser que ya hay unos cuantos casos de afectados por esta zona nuestra. Incluso han encontrado, varias calles más allá, varios focos de criaderos de mosquitos… así que se han debido encender las luces rojas…

Al terminar la misa me dijo Fr. Carlito, que había tenido que atender a los inspectores de la campaña de mosquitos… y nos sentamos con la intención de desayunar… sólo la intención. Llamaron a la puerta… “Soy Sonia, del Buró del Partido…”
Ahora fue a mí a quien se le encendieron todas las luces rojas…
Sonia (ahora dudo de si era este su nombre… y en este caso no tengo que recurrir a mi lista de nombres…) es la Delegada del Partido Comunista para Asuntos Religiosos, para el municipio de Playa. Para comprenderlo nosotros, como si un concejal de Gijón, o de Madrid (no un secretario ni un inspector…) se nos llegase a casa para dirigir él personalmente las gestiones pertinentes…

Bueno. Como está el asunto del dengue (palabra que en ningún momento ella ha mencionado: fiebres, síntomas similares a los de la gripe, catarros, etc.) en candela por esta zona, y al tratarse de la Iglesia, quieren coordinarlo y dirigirlo directamente. El motivo principal de que a esta zona le den tanta importancia es que en los alrededores hay varios hoteles, y muchos de ellos vienen a nuestra iglesia, y “no queremos que se lleven mala impresión de Cuba”…

Atención: no se trata de que hayan encontrado ningún foco de infección de mosquitos en nuestro terreno. De ser así ya me lo habrían dejado claro… ¡vamos! Sino de que toda esta zona, y no he conseguido que nadie me precisase qué abarca la zona en cuestión… toda esta zona está en tratamiento especial por haberse localizado varios focos de infección de mosquitos.

Nota: aunque lo escribo en este momento, lo averigüé por la tarde: la zona que está sujeta a esta campaña intensiva de fumigación y lucha contra los mosquitos es desde la costa hasta más allá de la calle 47. Y desde 60 hasta 86. La manzana 711.

Se trata de una fumigación intensiva. Por lo pronto serán 30 días (No te preocupes, P. Gregorio, que a tu regreso todavía te toca…). Vendrán a fumigar todos los días. Algunas zonas de la casa, las de poco uso, las han fumigado con líquidos pulverizados (como se hace en España) y esta fumigación dura por tres meses. Pero el resto, en realidad, casi todo, hay que fumigarlo con humos todos los días. Lo bueno es que hemos coordinado qué horarios son los mejores, etc. Y también, será la misma persona quién venga a fumigar cada día.
Además han estado limpiando la maleza que hay todo alrededor de la casa, fuera y dentro de nuestra propiedad (por fuera y por dentro de la tapia).
Y también nos van a tomar la temperatura a los que vivimos y trabajamos aquí. Lo mismo que preguntarnos acerca de los síntomas, etc.
Les he manifestado mi preocupación acerca de cómo afectarían esos humos, productos químicos y tóxicos, a las obras de arte de la iglesia, sobre todo al Vía crucis, que es pintura al óleo… Desde mi ignorancia… a ver si va a resultar que no se puede fumar en los museos (ni de España ni de Cuba)… y este humo denso y abundante –no es el de un cigarrillo- es inocuo e inofensivo… Ahí queda mi duda…
En estas estábamos, dialogando y coordinando cómo hacer, horarios, etc. que llamaron a la puerta.
“Somos de la campaña de lucha contra los mosquito…”
“No siga. Pasen conmigo, por favor… Y ahora que estamos todos reunidos, pónganse de acuerdo…”
Coincidían distintos niveles de inspección y control del tema del día…
Después me dijo Fr. Carlito que los que vinieron durante la misa no eran ninguno de los que estaban conmigo… Así que, contad conmigo, por hoy, ya van tres niveles o instancias distintos, que han pasado por aquí.
Y a todo esto, yo sin desayunar.
En este punto Fr. Carlito se hizo cargo de la comitiva, para revisar los exteriores…
Yo subí a desayunar… Y llegó el P. Luís, junto con otro fraile franciscano italiano (franciscano conventual, no capuchino). Nos traían la ropa limpia. ¡Gracias! Y claro, saludos, comentarios y puesta al día de las últimas novedades… ¿queréis un café?
Aún así, mi café encima de la mesa… pero yo… sin desayunar. Y vuelve a sonar el timbre de la puerta. Una señora italiana (eso me pareció en ese momento) que quería ver a los encargados de la cosa de los mosquitos… Cuatro, ¿no?

Bajé, en este caso se trataba de la responsable –era ucraniana, de verdad, que luego ella me lo confirmó, no tengo más datos de qué pintaba ella en esta historia- del “contingente” que van limpiando, “chapeando”, los exteriores, por las calles, aceras, etc. Ese mismo grupo eran los que iban a encargarse de la maleza, hierbas y plantas del interior de la finca… aquí se dice “tumbar la matas”; en mi pueblo se dice “atochar hierbas”. Ya puestos…
También me pedían, la Delegada del Partido… etc. a ver si les podía yo prestar un termómetro, porque ellos habían venido sin él…
Bien. Como Fr. Carlito seguía con ellos, volví a subir a desayunar y a atender a la visita. Ya estaban tomando el café. Yo me puse a buscar el termómetro… y lo encontré. No me apetecía mucho prestárselo, pero quise hacerlo más que nada, porque así no me arriesgaba a que me mandasen ir al policlínico (el ambulatorio)…
En estas que me dice la cocinera que se ha terminado el gas… “No problema”, “Nada te turbe”, Etc. Y el P. Luís y compañía que “te vemos muy atareado… no te entretenemos… nos vamos ya.”

Finalmente me tomaron la temperatura. Resulta que el fumigador que va a venir todos los días, es médico, y es quién se va a encargar, también, de tomarnos la temperatura. 37º justos tenía… y yo estaba como una rosa… un poco mosqueado ya, pero como una rosa.
Ya estaba la fumigación en marcha; ya el contingente estaba tumbando matas… la cosa parecía que se iba encarrilando.
Pedí a los responsables de esta historia que me dejasen alguna referencia, para cuando viniese otra inspección, etc. poder dar razón de que ellos ya estaban al cargo de la cosa. Y pareció razonable. El coordinador de estas operaciones para nuestro barrio (“Jefe de Manzana 711” firma él), un técnico, un señor mayor, bien majete, y muy educado (no es necesario decirlo, pero quiero dejar constancia), el responsable último, a nivel técnico, de esta campaña intensiva, me hizo un informe y me puso los datos necesarios para solventar cualquier conflicto.

A ver, para resituarnos: yo todavía sigo sin desayunar; ya me empieza a doler la cabeza (y además, con esos 37º de temperatura…), pero parece que la cosa va llevando buen camino.
Subimos a fumigar la casa, habitación por habitación… como otros días, pero ya no es un crío de la EJT (Ejército Juvenil del Trabajo), sino un profesional que controla bastante más. Por cierto, curioso: (véase la foto) pantalones y calzado militares, chaqueta o camisa de médico…

Por cierto, que creo que no os he contado, cuando digo que fumigan todas las habitaciones de la casa… quiero decir “todas”, también nuestras habitaciones… vamos que eso de la intimidad y demás conceptos, se quedan en meros conceptos…

Total, que fumigado ya todo, bajamos a echar un vistazo a la iglesia, para que los técnicos viesen cual era la mejor forma de proceder…

Mientras yo estaba por la casa con el fumigador, le tomaron la temperatura a Fr. Carlito… tres doctoras. Quinta visita. Las doctoras venían explicando la parte médica, síntomas, etc. de la campaña de lucha contra los mosquitos… 35,6º.

Y en esas estábamos… que me avisaron de la casa de algo que había sucedido: os dije antes que se había acabado el gas… pues se pusieron a cambiar el botellón (bombona)… y se encontraron que la bombona tenía gas, pero alguien la había cerrado, y habían desconectado la manguera por la que sube el gas hasta la cocina…

Así que volví con todos los jerifaltes (en cuanto pueda intentaré enterarme de quien era cada quien, y qué cargos y niveles tenían…), y les dije que con gran pena (=vergüenza) tenía que comentarles una cosa que acabábamos de detectar. Les conté lo de la bombona… que se encontraba precisamente en la zona que habían estado chapeando los del contingente…

Dice el P. Luís, en esto y en otras cosas, que no me coja mucha lucha (que no me “cabree” mucho, que no me alborote…). Intenté no exagerar, pero no me corté nada en contarles los detalles que conocía, y el miedo que me entraba a mí, y la indefensión… porque eso había sucedido mientras sus obreros estaban en mi casa… Yo intenté insistir mucho en que me daba pena (vergüenza) pero que quería que me ayudasen y se pusiesen en mi lugar…
Bueno, nos despedimos, y cada mochuelo a su olivo.

Ya subía hacia la casa… por fin podría desayunar… porque os habréis olvidado ya de que yo seguía en ayunas…
Al llegar arriba, y empezar a abrir ventanas para que la cosa se fuese ventilando… vi que la ucraniana seguía por allí, por la calle… así que otra vez bajé corriendo, para hablar con ella, al fin y al cabo, la responsable del contingente era ella…
Supe después que los dos que estaban con ella eran uno su inmediato superior, y el otro uno de los “observadores” de parte del Municipio… Total, que volví a contarles la historia del botellón. Ella me decía que lo que a ella, a su contingente, le corresponden son las calles, los exteriores, que ellos nunca entran a las casa, o a los jardines interiores, etc. pero que como se lo había pedido (más bien ordenado) la Delegada del Partido… etc. pues que lo habían hecho, pero… Vamos, que se lavaba las manos. Y ahí… puestos a defender cada uno lo suyo… les dije que yo quedaba en una situación de indefensión absoluta, y que me quedaba con miedo, pensando en si “alguien” estaba tramando volver más adelante para robarme el botellón… vamos, que no sabía qué pensar… Así que en cuanto viese un patrullero (coche de la policía) les pondría sobre aviso…
Tal vez un poco sobreactuado por mi parte, le dije algo así: “Acuérdense de mi hoy a las doce de la noche, por ejemplo… y sientan algún ruido… a ver si les parece que esto no tiene importancia…”
Como me iba creciendo… decidí dejarlo ahí, para no meter la pata, y volverme ya a la casa. Pero vinieron detrás de mi, para ver y comprobar lo que les decía… Cuando vieron que para hacer eso había que entrar en una pequeña caseta, que no estaba a mano, etc. ya sí se pusieron un poco serios. Sabían perfectamente quienes eran los que habían estado por esa zona.

Y ya sí. Subí a la casa… y me lancé sobre el desayuno… una taza de café con leche y un pan. Estaba delicioso. Eran las 11’30 a.m. (el almuerzo es a las 12’30 a.m.)

La tarde.
Un ratito de siesta… 36’5º.
A la cuatro de la tarde se presentaron para fumigar la iglesia. En vez de hacerlo con “bazokas” (así llaman ellos a las máquinas “manuales” de fumigar) iban a hacerlo con un camión, puesto en una de las puertas laterales. Se supone que la mezcla que se usa en este sistema es menos agresiva… al final, resulta que ha quedado todo el suelo de la iglesia resbaladizo y grasiento… Mañana, cuando vuelvan a fumigar la casa, que es por la mañana, he de decirles que se den un paseo por la iglesia conmigo… seguro que después de patinar un poco miran a ver si se puede arreglar…

Y acto seguido… una nueva pipa de agua, otro camión más. Cinco en total. Y a llenar y subir cubos de agua a la habitación… para no perder la costumbre.

Y para terminar la tarde, nos fuimos a Habana Vieja, con el P. Luis, a un concierto de música antigua. Bastante bonito. Música de los siglos XVI, XVII y XVIII de América. Era en una iglesia que no se usa para el culto, dedicada exclusivamente como auditorio. Y la guinda… el aire acondicionado, que era buenísimo…
Rematamos la tarde con unas pizzas…

Mañana… más. Sed buenos.