sábado, 12 de septiembre de 2009

Fiesta de la Virgen de la Caridad.

Está habiendo retrasos en las informaciones del blog por varios motivos. En este caso no por el bloqueo. Benito, mi hermano pequeño, quien se encarga de las cosas técnicas, anda con mucho lío de trabajo…
Y además he bajado el ritmo de escritura… ha sido empezar a calmarse las cosas, sólo un poco, y empezar a tener más sueño… y menos tiempo para escribir…

Parece que las cosas van mejorando.

Lunes, 7 de septiembre.
36’7 de temperatura. Vino la inspectora del Minsap (Ministerio de Salud Pública) la del otro día… hoy ya nos llevamos mejor… Quería esperar a los que van a venir a fumigar a las 10… Mientras estábamos en ello… llegaron a tomarme la temperatura. Dos estudiantes de psicología. Me he tomado la libertad, mientras el termómetro estaba a lo suyo, de preguntarles: ¿cuántas personas han entrado en tu dormitorio últimamente, sin ser invitados, claro? Hubo un rato de confusión… Y respondí yo: “Ya llevo contabilizados 18 personas que han visitado últimamente mi habitación…” No se fueron muy contentos… Lo siento.

Todo el día bien liados con los preparativos para la fiesta de mañana.

A media mañana pasó por aquí nuestro amigo Rolando, el Jefe de Manzana 711. ¿No han venido a fumigar? A las dos del mediodía estarán por aquí…
Volvió por aquí a las 4 de la tarde… “No ha venido nadie…”
“A ver si consigo que venga alguien esta tarde…”
“A las seis de la tarde tenemos que salir, tenemos un compromiso… (la misa en la casa de la familia que tiene a la Virgen Peregrina de la Caridad)”.
Finalmente apareció un EJT a las seis menos cuarto… y fumigó con líquidos toda la casa y la iglesia. Lo bueno de este tratamiento es que tenemos tres meses (el que vino a fumigar me dijo que seis) sin tener que volver a fumigar.

En la ronda para comprobar cómo está el tanque de agua, el del tejado, como había un poco de marea, me quedé paseando por la terraza… y el perro empezó a ladrar… me puse a mirar con la linterna… sin lograr ver nada, hasta que oí por dos o tres veces: “Que estoy meando…” (perdón).

Martes, 8 de septiembre de 2009
Fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre.
Teníamos misa a las 9 de la mañana. Al ser un día de trabajo, la misa solemne fue por la tarde, a las 5 (realmente a las 5, pero sin ser puntuales… por eso de dar un poco de facilidad para la gente que trabaja…).
En la misa de la mañana hubo unas 120 personas, un poco menos que los domingos. Al terminar tuvimos el bautizo de una biznieta de uno de los colaboradores de la casa (del equipo de ingenieros de la bomba del agua… puesta a punto y mantenimiento del carro, etc.), todo un lujo de persona, por eso el detalle del bautizo en día tan señalado…

Entre la misa y el bautizo… 36’6º de temperatura.

Por la tarde, solemnidad con incienso y todo por lo alto. Empezamos la celebración con casi 200 personas, y al final, un puñado más.
En el ofertorio, algo que en España nos costaría mucho entender y aceptar, presentaron como ofrendas: la bandera cubana, el escudo nacional, un pliego con la letra del himno nacional, mientras era cantado por todos –en pié y mano al pecho-, un ramo de mariposas (la flor nacional), una imagen de la virgen de la Caridad de una de las personas más ancianas de la comunidad, y el pan y el vino. También estaba previsto, pero no la trajeron al final, ofrecer una cinta con la medida de la imágen de la Virgen de la Caridad, que llevaban los mambises al cuello en las batallas.
En la homilía estuve a un tris -no sé por qué no me atreví- de hacerles cantar el “Felicidades, María en tu día…” Litúrgicamente el 8 de septiembre se celebra la Natividad de María…
Al finalizar la eucaristía tuvimos la procesión. La imagen de la Virgen que llevábamos en la procesión era peculiar: certificado por un obispo, se trataba de una imagen, de unos 20-25 cm., que acompañó a los soldados mambises en sus batallas por la independencia (contra los españoles). Cuando el domingo en la misa de la tarde, en los avisos, comenté este detalle, de la procesión con la Virgen que acompañó a los mambises… un diplomático español y su esposa, que estaban en misa, hicieron un gesto extraño. Al finalizar la misa, pasaron a saludarme… y les pregunté; se habían extrañado mucho de que precisamente yo resaltase eso… “Donde fueres, haz lo que vieres”. El tema de la cubanía es muy profundo aquí, independiente de la política. Para la gente era muy emocionante este detalle…
La procesión estuvo bien, sencilla, reposada, con buen ambiente de silencio, etc.
Como anécdota, contaros que las andas sobre las que llevábamos la imagen de la Virgen, estaban preparadas por el sacristán mayor, que las había pintado… con una mezcla de tres pinturas distintas que consiguió: pintura para motores, resistente al calor; pintura para barcos, entre azul y gris marengo; y pintura de coches, azul claro metalizado… el resultado final era bonito…
Todo salió bien, como estaba previsto.

Y, una vez que todo estaba recogido… nos marchamos hacia Habana Vieja, para asistir al final de la procesión de la Virgen de la Caridad, de la parroquia que lleva su nombre. Aunque se nos dio bien… Fr. Carlito iba emocionado… y un poco al límite de la velocidad permitida (siempre dentro de lo correcto), cuando llegamos ya se había terminado. Nos decía el P. Luís que, sin saber porqué, este año habían recortado un poco el trayecto, y además llevaban un ritmo un poco alegre…
Nos acercamos a la iglesia de la Caridad, a ver un poco el ambiente. Había mucho ambiente. Hay mucha devoción en el pueblo cubano, muchos por su fe católica, y muchos por sus ritos sincretistas…
Estuvimos un rato a ver por dónde iba la homilía del Cardenal. Nos decía el experto (el P. Luís) que el cardenal suele aprovechar este día para lanzar algún mensaje que tenga pendiente… había bastantes periodistas, fotógrafos, etc. De hecho al entrar la procesión en una calle importante, calle Reina, las Damas de Blanco (madres y esposas de presos políticos) empezaron a gritar: ¡Libertad!. El cardenal no entró a ningún tema de actualidad. La homilía era de carácter cristológico. Una afirmación al principio me llamó la atención: “El pueblo cubano no conoce a Cristo…”
Al salir, nuestro guía nos fue explicando quienes eran la gente que estaba por la calle: había algunos policías, como pasaría en España, para organizar y mantener el orden; y en mucho mayor número, agentes de la seguridad, policías de incógnito (sí, pero se les notaba bastante). Parece ser que hay bastante temor en el gobierno por que estas aglomeraciones de gente no controladas por ellos se descontrolen… Finalmente no pasó nada.
Y para terminar el día… carne de res para cenar… Un bistec de ternera o de vaca… estaba algo dura, pero buena de sabor…
Y a casa, a dormir.

Miércoles, 9 de septiembre.
Día tranquilo, de resaca… 36º de temperatura.
Mañana de recados. Los días de atrás, entre los preparativos y fiesta de la novena, las “visitas” frecuentes a quienes teníamos que atender… llevábamos unos cuantos días sin hacer recados.
Después de comer vi al Jefe de Manzana 711, Rolando, interesado en ver cómo iba todo. Me dijo que ya está controlada la plaga de mosquitos, en esta zona. Parece que ahora se ha desplazado hacia otra manzana…

Tarde tranquila. En nuestro cine doméstico no acertamos… pusimos dos películas, y ninguna nos gustó, por lo pronto no las vimos enteras…

Jueves, 10 de septiembre.
Amanece bien. 36’5º de temperatura. Estuvimos hablando con el chico que está viniendo a tomarnos la temperatura (cosa rara, el mismo en estos últimos dos días) sobre los síntomas del dengue, etc. y nos dejó un termómetro… para que nos tomemos nosotros mismos la temperatura, y cuando él pase, le decimos el resultado y ya está, no hace falta que andemos perdiendo el tiempo…
Nos estuvo comentando que, además del dengue, también están observando síntomas de la fiebre porcina (o como se llame), tuberculosis, conjuntivitis… parece que hay unas cuantas enfermedades dando guerra…
Hay unos 60 casos de ingresados con dengue.
Por la mañana vino el electricista, hacia las 11’00h. para llevarse la bomba, la de repuesto, y preparar la nuestra para poder conectarla… “En 30 minutos vuelvo para ponerla…”
Pasados cinco “30 minutos” (dos horas y media) apareció, para instalar definitivamente la bomba… Ya está todo arreglado. 50 c.u.c. (el enrollado nuevo de la bomba, el capacitador –condensador- y la mano de obra).
“Esta tarde o mañana se pasa Fr. Carlito por su casa para pagarle”.
“A ver si puede ser esta tarde, que el “enrollador” es un “comemierda” y no me deja tranquilo”.

Por la tarde los de Cáritas han estado, como todos los lunes y jueves, entre 5 y 6 de la tarde, atendiendo las peticiones de medicamentos.

Y hemos terminado la tarde en casa de una de las ancianas de la comunidad. Hemos compartido una croquetas, arroz congrí, frituritas de malanga, ensalada fría, y de postre flan.
Un caso interesante: tiene a sus hijos repartidos por EE.UU y algún otro país. Ella viajó con idea de quedarse con ellos… para lo cual vendió todo lo que tenía, salvo la casa y poco más, por precaución. Resulta que no se encontraba a gusto, a pesar de vivir con los hijos… y regresó a La Habana… así que para atendernos (no éramos nosotros solos) tiene que pedir prestadas algunas sillas… El salón de la casa llama la atención porque está prácticamente vacío… Es lo primero que me explicó cuando hace días pasé por su casa: “Antes tenía todo esto lleno de muebles, sillas, sillones, etc. que no le de mala impresión verlo todo tan vacío, es por esto…”

Hasta mañana. Sed buenos.