viernes, 11 de septiembre de 2009

36’6º

Buenas…

Nota previas:
Me dice el P. Luís que me enrollo mucho, y que no hace falta tanto… Y es verdad. Pero… es que me sirve de desahogo..
Estos últimos días estoy con algo menos de sueño… sin que eso sea un problema, y escribo con tranquilidad antes de irme a la cama.


Domingo, 06 de septiembre de 2009
Cuando me levanté… no había agua… Habíamos dejado el tanque del tejado con algo menos de un cuarto de su capacidad, y amaneció vacío. Tenemos fugas de agua. Eso ya lo sabíamos. Ahora estamos en la tarea de ir controlando dónde están y cómo de grandes son. A lo largo del día de hoy hemos ido cerrando o cortando el paso del agua en todo aquello que era sospechoso de perder agua… Luego, antes de acostarme tengo que subir a echar un vistazo a ver cómo está, debería estar casi lleno; y mañana, nada más levantarme volveré a mirar, a ver cuánto se ha perdido… A ver si de esta forma logramos contener o controlar un poco las averías.
La ducha fue de una modalidad nueva… salía poco agua y yo no sabía todavía si era porque se estaba acabando el agua, o porque empezaba a llenarse, que era lo que realmente estaba sucediendo. Así que hoy ducha tipo “date prisa que te quedas con el jabón encima”. De todas formas, bien; mejor que con la tacita.

Una vez que ya estaba guapo, desayuné. Ea, ¡que me quiten lo bailao! ¿no?
Y a abrir la iglesia, y a preparar todo para la eucaristía dominical. Todo fue bien, normal. Me dio la impresión de que no había mucha gente. Ya ha empezado el curso escolar, no la universidad, y se supone que la gente ya tenía que estar por aquí…
Al terminar la misa, 10’05 a.m., entró a la sacristía un señor español. Mientras yo me quitaba el alba él me empezó a contar que su padre había fallecido esta semana, con 93 años de edad, y que no había podido viajar al entierro; no me dio más explicaciones, ni hubo oportunidad de más diálogo.
Aquí empezó ya la faena del día…
Mientras hablaba con el español, dos señoritas intentaban hablar conmigo, yo no las conocía, y perfectamente podían querer encargar alguna intención para la misa de la Virgen de la Caridad, del próximo martes. El caso es que mientras el español intentaba hablar conmigo, yo tenía que estar diciendo a estas señoritas que esperasen un momento, que enseguida las atendía, que estaba ocupado…
¿A que no adivináis lo que querían?
Venían a tomarme la temperatura… Y para eso el viernes estuvimos durante tres horas reunidos con la Delegada del Partido, etc.; el Jefe de Manzana 711, el médico coordinador jefe de la campaña intensiva de lucha contra los mosquitos… De lunes a viernes pueden venir a partir de las 10, terminada la misa; los domingos, a partir de las 11.
Así que entre las prisas, el incumplimiento del horario, y –la guinda- la falta de respeto de estar interrumpiendo mientras estaban viendo que yo estaba ocupado con otra persona… como que me enfadé un poco… Para colmo… no tenían termómetro, y yo tenía que poner el mío…

Hasta ahora, para evitar que vuelvan a molestar más tarde, iba a por nuestro termómetro, y ya está. Pero desde ahora, se acabó. Ya no tengo termómetro…

La cosa no fue más que eso, pero yo me pillé un buen rebote. Y se lo dije a las señoritas. Para mí era una sencilla cuestión de respeto y educación. Por cierto, 36’6º.
Les pedí sus nombres y el de su jefe, quien les había mandado venir… y no conseguí nada.
Con esta visita ya no pude saludar ni atender a la gente de la comunidad.
A las 10’30 a.m. vino el Jefe de Manzana 711, que por lo que voy viendo es a quien corresponde estar al tanto de los detalles. Por supuesto le conté la batalla. No se estaba cumpliendo lo que ellos mismos me habían propuesto, y se habían comprometido…
Se arreglará…
Subí a la casa, una ducha, y poco más…
A las12 a.m. volvió a pasar el Sr. Rolando, el Jefe de Manzana 711… “¿Han venido a fumigar?” “No, salvo la cosa de la temperatura, nadie más”.
A las 12’30 a.m. vino el médico (mitad militar, mitad médico; el coordinador jefe de la campaña intensiva de lucha contra los mosquitos…) para hablar conmigo: mañana lunes vendrán, militares, a fumigar la iglesia y la casa con insecticidas líquidos, así se evitarán los humos, y este tratamiento dura por tres meses… (es el que usan en los hoteles, solo que allí lo hacen de noche…).

Por la tarde eran las finales del torneo de voley de las chicas. Al final han ganado las de los Salesianos, Don Bosco I; segundas, las de El Carmen; y terceras… las nuestras JdM (Jesús de Miramar).


Y todavía quedaba una cosa más, por hoy. Cinco minutos antes de empezar la misa de la tarde, se ha ido la luz de una parte de la iglesia. Había ventiladores, algo de iluminación, pero no había iluminación en el altar, ni megafonía… Así que me bajé cerca de los bancos, y desde allí celebramos la eucaristía. Al terminar la misa, mientras recogía, cerraba ventanas, etc. volvió a funcionar esa fase que no iba…
Preferiría poder echarle la culpa a las meigas, y ya. Pero no. ¿Recordáis la avería que tuvimos cuando los partidos finales del torneo de voley de los chicos? Suponemos que sea lo mismo. Eso supone cambiar todo el sistema del contador, etc. por donde entra la electricidad a la casa. Hay que llamar a la compañía de la electricidad… ya lo hicimos cuando la otra avería… pero ni caso… Y no acabo de decidirme a hacerlo… porque el arreglo significa cambiar el contador y todo eso… y hay muchas quejas de la gente que tiene de los nuevos contadores… No lo veo claro…

Después de esto estuve un rato viendo los partidos de voley. Lo hacen bien. Después me di una ducha rápida, para limpiar el sudor y refrescarme un poco… y a relajarme un poco.

Y ahora, a dormir. Algunos ahora mismo ya os estaréis levantando... es la 1'30 a.m. las 7'30 en la península, y una hora menos en las Islas Canarias.... Que seáis buenos… si podéis…

Sin título


Buenas noches. Hoy escribo al finalizar el día. No ha habido tiempo para hacerlo antes.

Como hoy era sábado, no teníamos misa por la mañana, lo cual nos permitía un pequeño respiro. Nos hemos levantado un poco más tarde, no mucho, pero por lo menos no había que salir corriendo para abrir la iglesia, etc.
Ducha modelo “tacita a tacita”, perfecto, ya es una rutina…
Desayuno, esta vez sí. ¡Bien! Algo que hoy ya no se estropea.
Y poco después, hacia las nueve y pocos minutos, llamaron a la puerta… El “compañero” que nos atiende la iglesia (limpieza, orden, vigilancia… un poco de todo) solicitaba mi presencia para atender a una agente de Sanidad Pública (MINSAP, Ministerio de Salud Publica). No os podéis hacer idea de lo mal que me sentó la noticia… Normalmente una carrera de atletismo va en progresión hasta terminar con el sprint final… empezábamos el día al revés, por el sprint final… Ciertamente que no empezamos bien, bueno, yo. Menos mal que poco a poco lo fui arreglando. Demasiado pronto para perder el control de la situación…

La señorita quería (eso de “quería” es un decir…) revisar los baños, tanques y cisternas de agua, etc. Todo lo que pudiera dar lugar a criaderos de mosquitos…
En un primer momento intenté hacerle ver que todo lo que ella quería hacer ya lo habían hecho ayer, y precisamente los máximos responsables, etc. ¡que si quieres arroz, Catalina!

Pues te vas a enterar… para empezar, vamos a empezar fuerte. Lo primero, subir a ver el tanque que está en lo alto de la casa… llegamos arriba sin aire (también yo, pero como se trataba de fastidiarla a ella...). Y una vez en la terraza: “el tanque está ahí arriba…” Desde la terraza hay que subir por una escalerita de hierro, fijada a la pared… no es terrible, pero sí da un poco de impresión, aunque no hay peligro, la vista a ambos lados de la escalera es… cuatro pisos más abajo…
Al final, no subió a ver el tanque… “¿está tapado?
-Si
¿la tapa está bien sujeta?
-No está sujeta, es de cemento, pesa mucho y además encaja bien para que no pueda moverse.
-Vamos a seguir viendo otras cosas…

Perdonad mi mala “leche” matutina. No es forma de comenzar el día.
Empezamos a visitar las distintas habitaciones, con sus baños… El primero, sin usar, condenado, completamente seco… sin agua… El segundo… sí tenía agua, es una de las habitaciones que se usan para los huéspedes. En ese momento me pareció ve qué sacaba unos botes de muestras o algo así… y ahí salté con mucha prisa (por decirlo de alguna forma): “Alto, cualquier manipulación que vaya a hacer tengo que presenciarla yo y tiene que avisarme antes”. Luego resultó que tan sólo estaba intentando montar las pilas de la linterna… “Eso se arregla de una forma sencilla… encendiendo la luz”. Y otra vez las explicaciones: “Este baño no se usa habitualmente, como puede ver está todo limpio, y la cisterna se descarga una o dos veces a la semana, para evitar criaderos de mosquitos… Como puede ver no vivimos en la luna. Sabemos dónde estamos y qué precauciones hay que tomar”.
Siguiente baño… “este es el que estamos utilizando estos días, porque estamos sin agua, y como puede ver, la subimos en cubos, etc.” Siguiente, la habitación que hace de capilla, “como puede ver, aquí había baño, pero está condenado, porque aquí no se utilizaba…”
La cocina: “buenos días, Flor de Lis –en esta ocasión sí tiro de la lista de nombres del Gramma- aquí esta señorita quiere conocer tu cocina…”
Todo en orden. Le enseñé el papel que me habían dejado el día anterior… para que viese que todo era como yo le estaba diciendo…
Seguimos la visita por la iglesia. Lo mismo, todo en orden. No hay agua en los floreros, sino que se usa esponja de floristería, cuando la hay, y si no, se rellena el florero con ramitas y se humedecen, de forma que las flores se sujetan, pero no se echa agua (posible criadero de mosquitos).

Como yo le había estado diciendo que en breve iba a venir a fumigar uno de los coordinadores de zona… quiso quedarse para verlo y arreglar la confusión…
Mientras esperábamos llegó la compañera médica… a tomarnos la temperatura. Ésta sí traía termómetro… Fray Carlito, 35’6. Servidor, 36’7. Con 37’1 o más, directos al hospital, y 7 días de observación…
Mientras yo tenía puesto el termómetro… llegaron otros dos compañeros, uno y una. “Somos de la campaña intensiva de lucha contra el Aedes Aegipty (el mosquito de las narices) y venimos a tomar la temperatura a todos los que residen aquí… Y no me pude contener: “Mira, aquí –axila izquierda- ya tengo un termómetro, si quieres en este otro lado –axila derecha-” No pudieron menos que reírse un poco, al darse cuenta de lo grotesco de la situación…
Tenéis que reconocer que habíais pensado mal… y que yo iba a decir alguna burrada… pues no, ¿es que no recordáis que hoy ya había desayunado?

Bien. Superado todo este asunto, nos quedamos, otra vez, en intimidad, la chica del Minsap y un servidor. Le ofrecí un poco de agua fresca. Y pudimos conversar un buen rato, más relajadamente. Ella misma me reconocía la gran descoordinación que hay. Me estuvo haciendo unas cuantas aclaraciones sobre los mosquitos, etc. Interesante como un documental de La2. Y ante mi pregunta sobre el origen del dengue… parece ser que ya lo tienen completamente controlado: una doctora cooperante en un país extranjero lo había traído. Tienen controlada toda la ruta que hizo esta doctora a su regreso a Cuba: su casa en La Habana, viaje al pueblo en la provincia de Pinar de Río, a visitar a sus padres, regreso a La Habana, a su lugar de trabajo, etc.

Como el fumigador no llegaba… se marchó a seguir con su tarea.
Un ratito más tarde llegó el fumigador que no tenía que venir, el de la camioneta que fumigaba la Iglesia… Le saludé, y le invité a dar una vuelta por la iglesia… hicimos un poco de patinaje y no hubo que hablar más. No se puede seguir fumigando con el vehículo…
Ahí llegó uno de los coordinadores de la zona, el jefe de Manzana 711… Estos dos últimos, por cierto, me han parecido unos buenos profesionales.
Estuvimos patinando otro poco… “Imaginaos a las viejitas esta tarde en la misa de las 5 a.m. “Cuántas caderas calculáis que se romperán?”
Y mientras estábamos en este diálogo… llegó otro compañero… con dos chicos de la EJT. “Vengo a fumigar, porque hoy no se ha fumigado aquí”. Ea, vuelta la burra al trigo. Otra vez a patinar… Eso de patinar es literal, porque era la mejor forma, y con menos palabras, de decir lo que sucedía. El petróleo –diesel- que va emulsionado en el humo termina asentándose en el suelo, y en todo lo que haya de camino, y se queda todo resbaloso…
Bien. Está claro que hay que buscar otra manera, “yo recomendaría –dice el último compañero- que se utilicen los insecticidas en líquido pulverizando sobre los suelos, esquinas, etc. y así se evita el tema del humo, y es un tratamiento que dura para tres meses, y también se evitan molestias. Pero de momento, yo tengo que fumigar con humo, que es la orden que traigo”.

Ea, pues a fumigar. Mientras íbamos llenado la iglesia de humo, le dije al compañero: “y yo que me estoy tragando todo el humo… ¿cómo puedo conseguir mascarillas de protección COMO ESAS QUE LLEVAN USTEDES?” He de reconocer que aquí el tipo se portó. Mandó a uno de los chicos de la EJT a buscar, no una, ni dos, sino CUATRO mascarillas…
El fumigado no fue tipo “cortar y marcar”, sino “lavar, cortar, peinar, permanente, mechas, tinte, y ya no conozco más cosas de peluquería…”

Como los que curraban eran los del EJT, tuve ocasión de charlar con este otro compañero. Le comenté que me preocupaba mucho que en estos días ya tengo contabilizados 18 personas distintas que han subido a la casa, a fumigar o a inspeccionar… y todos han podido ver mi habitación y la de mis compañeros, todo lo que tenemos y dejamos de tener… No parece que eso para ellos sea importante…
Hoy a todos los que han pasado por aquí les he preguntado si también fumigan en los hoteles, si fumigan con el mismo humo en el hall, en los comedores, en las habitaciones… con los huéspedes dentro… Y ¡claro que fumigan… solo que con otros productos, y a las habitaciones… no suben…!
El compañero se siguió portando. Nos respetó la cocina y el comedor sin ahumar… es que ya eran las 12’30 del mediodía (¿ es a.m. o p.m.?) nuestra hora de almorzar…
La jornada terminó compartiendo alegremente un poco de agua fresca.

Ya en el comedor, descubrí que ya teníamos agua… Fray Carlito, después de dar sus 35’6 se puso manos a la obra. Os resumo la ruta: casa de nuestro ingeniero asesor, casa del electricista, cisterna para quitar la bomba averiada, casa del electricista para recoger la bomba (se necesitaba la bomba averiada para preparar la instalación de la bomba de repuesto), cisterna para arreglar de forma provisional la cosa… Y ya está.

Después de comer, un ratito de siesta, breve. Preparación de la misa del domingo. Y una buena ducha, sin tacita…

El resto de la tarde, tranquilo. Desde las 3 p.m. estuvo nublado, con viento, y lluvioso.

Y terminamos el día cenando en fraternidad, con el P. Luis. Hoy era el cumpleaños de Frei Carlito, 44. En la cena le hemos regalado una pequeña calculadora, él es el administrador… y un par de calzoncillos… Y ya nos hemos relajado un poquito.

Bueno. Ya es hora de irme a dormir, que mañana es domingo… y después de la misa dominical vendrán a fumigar el templo, y la casa, y los jardines… y… “nada te turbe”… ¿no?

Creo que desayunaré nada más levantarme…

Sed buenos. Un beso.