Buenos días. Estoy en el pueblo, a despedirme de mis padres. El recibimiento ha sido fino, como esperaba:
-¿Y cómo te han convencido para ir a Cuba (y no venir a con nosotros el mes de vacaciones)?
-A ver, que ya sabéis que no es cuestión de que me convenzan o me obliguen. El Hno. Provincial me preguntó si estaría disponible para echar una mano este verano, y yo le dije que sí (a falta de comentarlo en casa, en las dos “casas”: familia y fraternidad de Gijón). Son decisiones que afectan a más personas que uno mismo...
-¿En qué compañía vuelas?
-Iberia.
-... ... ... vale.
Parece que hay contento.Ya saben de sobra, pero supongo que tenían que expresar la protesta, como hacen en los juicios de las películas americanas... No es la primera vez que hago esto (viajar a Cuba en el verano), y efectivamente, no me verán el pelo, dos días ahora, y otros tres o cuatro cuando vuelva en septiembre, y ya. Otros años lo llevaban mejor. Este año ha resultado un poco más difícil...
Y en el Convento, y la Parroquia, otro tanto. Justo en verano, a la hora de organizar las vacaciones (descanso, visita a los familiares...) hay uno menos para organizarse. Y no estamos para ir tirando tiros...
¿Os he dicho que ya está la visa? Es que ya estoy más tranquilo. Se trata de un permiso de residencia temporal en el país, un visado, específico. Existe en otros países de los alrededores. Se define así (lo he encontrado en una web de Colombia):
Visa de residente temporal en Cuba: D-8 (Religiosos)
Se expide a los extranjeros religiosos y representantes de cualquier culto, religión o secta religiosa que viajen a Cuba para el ejercicio de su fe, siempre que se encuentren reconocidos, debidamente inscriptos y autorizados para ello por la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central. Solamente podrán permanecer en el país el tiempo autorizado para la motivación de viaje y no podrán realizar otras actividades ajenas.
¡Noticias de ultima hora! (sábado, 4 de julio, nueve menos algo de la mañana). Esta noche le han robado las patatas a mi tío... Acaba de llegar mamá, del mercadillo, con la noticia: esta noche han entrado a la finca -sin vallas ni protecciones- y se han llevado las patatas... que estaban en la tierra, que todavía estaban sin "sacar" (aquí se dice así). Ea, ¡han estado trabajando de madrugada, para robar las patatas...! No se trataba de cargar en el coche unos cuantos sacos de patatas ya recolectadas...
Queridos hermanos ladrones... ¡buen provecho!
Mamá quiere que lleve un poco de pimentón (el famoso pimentón de la Vera...).
Anoche hablé con Luis, por el skype, no me preguntéis cómo se las ha ingeniado... pero me regañó (suavemente) porque llevaba ya dos días sin escribir ninguna entrada... Últimas instrucciones y encargos, por si no podemos conectar antes del viaje.
Bueno. A desayunar... que hay churros... un abrazo.
